CRÍTICA DE FRANCISCO CARPIO:
'La piel que respira', de Nacho Carbó:
los espacios para albergar del artista en Freijo Gallery
ABC Cultural
11/01/2024
Esta La piel que respira es la segunda muestra individual de Nacho Carbó (Castellón 1975) en esta galería. Se trata de un proyecto singular que articula procesos, objetivos, conceptos y resultados que pueden ser compartidos tanto por la ciencia como por el propio arte.En esencia, trabaja sobre diversos componentes materiales que han sido manipulados biológicamente en su estudio -que también puede considerarse como un laboratorio o espacio de investigación- según unas pautas concretas en las que los procedimientos operados y la dimensión temporal juegan un papel fundamental.
Dejar oir su voz
Carbó es un creador en el que los ámbitos de la arquitectura (es arquitecto titulado) -a menudo confluyentes- y el arte proponen tangencias y siner-gias, en un recorrido de ida y vuelta, en el que la Naturaleza igualmente deja oir su voz, y que establecen relaciones dialécticas entre los procesos de crecimiento orgánico y la generación de estructuras y espacios arquitectónicos. Como el propio artista senala, «tenemos que repensar nuestro lugar en el mundo y nuestra relación con el entorno de un modo ya inaplazable. En esta tarea, el arte y la arqui-tectura, sin duda, ocuparán una posición determinante para concebir y construir esa nueva relación con el medio». Esta reflexión sobre la sos-tenibilidad, la ecologia y los espacios habitables queda muy patente en las obras que nos propone. Espacios para crear.Espacios para albergar. Obras que están elaboradas con un amplio registro de mate-riales, algunos de ellos con una presencia cente-nana en la cultura humana como pueden ser la ra-fia o el junco, o también resina, yeso, fibra de vi-drio, alambre, hierro, algodón, estopa, madera o fibra de coco, que a su vez conviven con otros originados a base de procedimientos biológicos, tal es el caso de biofilms' extraídos de almidón de yuca o biocelulo-sas a partir del hongo de téchino o kombucha, que en un futuro podrían reemplazar la tóxica ubicuidad de los plásticos. La intención nuclear es la de mostrar las posibilidades de utilización de otras materias más sostenibles y no derivadas en su mayoría de las fuentes de energia fósiles. De momento una idea quizás utópi-ca, aunque las realidades futuras pueden y deben cimentarse sobre los sueños.
Capullos y nidos
La apariencia general de estas piezas me recuerda a estructuras orgánicas, capullos, nidos o asimismo a lugares asignados por el espíritu del cobijo, la protección y el amparo: pieles que respiran y acogen, espacios que pueden ser albergues o incluso lugares donde morar y habitar, lo que obviamente enlaza con la formación y oficio arquitectónico de Carbó. Dentro del notable nivel de estos trabajos me han interesado especialmente Moripod' (2020), Split (2019), Abrigo II (2022). A l'aube (2023) y una serie de "Dibujos' (2023) que crean sugerentes juegos de sombras y movimientos sobre planchas de madera y yeso.
(ENG)
The Breathing Skin is the second solo show by Nacho Carbó (Castellón 1975) at this gallery. It is a singular project that articulates processes, objectives, concepts and results that can be shared by both science and art itself. In essence, he works on various material components that have been biologically manipulated in his studio - which can also be considered as a laboratory or research space - according to specific guidelines in which the procedures operated and the temporal dimension play a fundamental role.
Letting his voice be heard
Carbó is a creator in whom the fields of architecture (he is a qualified architect) - often converging - and art propose tangencies and synergies, in a two-way journey, in which Nature also lets its voice be heard, and which establish dialectic relationships between the processes of organic growth and the generation of architectural structures and spaces. As the artist himself points out, "we have to rethink our place in the world and our relationship with the environment in a way that can no longer be postponed. In this task, art and architecture will undoubtedly occupy a decisive position in conceiving and constructing this new relationship with the environment". This reflection on sustainability, ecology and habitable spaces is very clear in the works he proposes. Spaces to create.Spaces to house. Works that are made with a wide range of materials, some of them with a centuries-old presence in human culture, such as ra-fia or reed, or resin, plaster, glass fibre, wire, iron, cotton, tow, wood or coconut fibre, These in turn coexist with others originating from biological processes, such as biofilms extracted from cassava starch or biocellulose from the tea fungus or kombucha, which in the future could replace the toxic ubiquity of plastics. The nuclear intention is to show the possibilities of using other, more sustainable materials that are not derived mostly from fossil fuels. At the moment it is perhaps a utopian idea, but future realities can and must be built on dreams.
Cocoons and nests
The general appearance of these pieces reminds me of organic structures, cocoons, nests or also places assigned by the spirit of shelter, protection and refuge: skins that breathe and shelter, spaces that can be shelters or even places to dwell and inhabit, which obviously links with Carbó's architectural training and craft. Within the remarkable level of these works, I have been particularly interested in Moripod' (2020), Split (2019), Abrigo II (2022). A l'aube (2023) and a series of 'Dibujos' (2023) that create suggestive games of shadows and movements on wood and plaster plates.